Desmontando mitos y confirmando verdades sobre la depilación láser

La depilación láser se está convirtiendo en el método más utilizado por mujeres de todo el mundo para eliminar el vello corporal y facial. Sin embargo, existe aún un porcentaje importante que muestra cierta reticencia a probar esta técnica porque tiene serias dudas sobre la eficacia o los riesgos que implica este tratamiento de belleza.

Tanto para este grupo de indecisas como para aquellas personas que tienen una excesiva confianza en los resultados de los tratamientos de depilación láser, es conveniente hacer un resumen de las verdades que tienen que ver con este método estético que, básicamente, consiste en la aplicación de luz láser sobre la zona a depilar, para que destruya cada folículo piloso y, por tanto, el vello desaparezca.

En torno a lo definitiva que resulta esta desaparición del vello, se ha desarrollado la creencia de que la depilación láser consigue que siempre se elimine totalmente el vello y no vuelva a crecer jamás. Esta afirmación no es cierta, los porcentajes de desaparición total y definitiva del vello son muy altos, de casi un 90 por cierto, pero no siempre se da esta eficacia, que depende del tipo y color del pelo y de otras circunstancias.

Sí que es cierto que la depilación láser es un método válido para cualquier área del cuerpo o el rostro, aunque es falso que no requiera cuidados posteriores. Tras cada sesión de depilación láser hay que aplicar cremas hidratantes en la zona y queda prohibida su exposición a cualquier foco de luz, en especial la solar, durante al menos 15 días.